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Aula Música Poética: el poder transformador de la música

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Aula Música Poética: el poder transformador de la música

«Antaño no se concebía una disociación tan acusada, como hoy ocurre, entre el arte del poeta y el del músico. Muchos de los dedicados a la poesía, si no eran compositores en su sentido estricto, sí conocían las reglas esenciales de la música» (2008: 445). Estas palabras de Ramón Andrés resumen bien el objeto de estudio del grupo de investigación Aula Música Poética, de la Universidad de Barcelona. Dirigido por la Dra. Lola Josa, el grupo está compuesto por filólogos, musicólogos, artistas y pensadores interesados por la relación entre la poesía, el teatro y la música, particularmente en el mundo hispánico de los Siglos de Oro.

Los filólogos del grupo trabajamos sobre dramaturgos españoles del s. XVII que han hecho incursiones en el arte musical: Félix Lope de Vega, Pedro Calderón de la Barca, Francisco de Bances Candamo, entre otros. En mi caso, estudio el teatro de Agustín de Salazar y Torres (1636-1675), un autor que perteneció a la llamada ‘escuela calderoniana’, y que escribió un total de nueve obras teatrales, entre comedias de música, zarzuelas y autos sacramentales. El propósito de mi investigación es elaborar un estado de la cuestión exhaustivo que permita juzgar las aportaciones y deficiencias de la crítica salazariana hasta el día de hoy, y realizar un nuevo análisis estilístico y temático de todas las obras teatrales mayores del autor. Dichos análisis alimentan, de manera paralela a la tesis, la base de datos Digital Música Poética, donde el grupo recopila datos sobre canciones teatrales del s. XVII con el objetivo de dilucidar la función de lo cantado en el teatro barroco y trazar la historia de algunas piezas musicales que trascendieron sus comedias de origen para integrarse en el repertorio popular español. El teatro de Salazar y Torres es tan marcadamente musical que constituye una mina de información sobre los usos dramáticos de la canción en el barroco tardío. Tanto por su familiaridad con Calderón de la Barca como por sus estancias en la Nueva España e Italia, el autor estuvo en contacto durante toda su vida con las vanguardias teatrales, que a la sazón experimentaban alegremente con la musicalidad en un intento de crear una versión propiamente hispánica de la invención operística italiana. Aunque está presente en su teatro desde la comedia Elegir al enemigo (1664), la musicalidad alcanza su epítome en las dos zarzuelas salazarianas escritas a principios de los años 1670, poco antes de la muerte del autor: También se ama en el abismo (1670) y Los juegos olímpicos (1673).

La investigación filológica es solo una etapa dentro del largo recorrido investigador que contempla Aula Música Poética.  En efecto, las canciones teatrales que estudiamos los especialistas en literatura muchas veces están asociadas a partituras que deben ser recuperadas, modernizadas y estudiadas para poder entender la poesía y el teatro barroco en su globalidad, como un fenómeno transdisciplinar. Los encargados de esta labor son la Dra. Josa y el Dr. Mariano Lambea, quien es un reconocido musicólogo del Centro Superior de Investigaciones Científicas de España. Desde el año 2000, Josa y Lambea han publicado de manera conjunta una serie de antologías poético-musicales basadas en fuentes encontradas en Nueva York, Lisboa y Barcelona. El nombre de Agustín de Salazar y Torres está presente en casi todas estas antologías. Por ejemplo, en la que se titula Manojuelo poético-musical de Nueva York, y que reúne las composiciones encontradas en manuscritos de la Hispanic Society of America, figuran tres piezas cuya letra proviene de Los juegos olímpicos y del Baile de amor y celos, ambos de Salazar y Torres: el villancico «¡Ay, que me río de amor!», el tono humano a cuatro «¿Quién significa mejor…?» y el romance lírico «¿Quiénes son aquellos villanos…?», todos compuestos por Juan Hidalgo (2008: 54), a quien también debemos toda la música de la primera ópera española, Celos aun del aire matan (1660), de Pedro Calderón de la Barca.

El esfuerzo conjunto de los filólogos y musicólogos de Aula Música Poética permanece dentro de los límites de lo teórico, pero da pie a dos puestas en práctica que, a nuestro parecer, ejemplifican el poder transformador de las humanidades en la sociedad: el ensayo filosófico, por una parte, y la interpretación y escenificación artísticas, por el otro.

En su manifiesto ingeniosamente titulado La utilidad de lo inútil, el investigador italiano Nuccio Ordine escribe que

Existen saberes que son fines por sí mismos y que —precisamente por su naturaleza gratuita y desinteresada, alejada de todo vínculo práctico y comercial— pueden ejercer un papel fundamental en el cultivo del espíritu y el desarrollo cultural y civil de la humanidad. En este contexto, considero útil todo aquello que nos ayuda a hacernos mejores (2013:9).

El trabajo realizado por Ramón Andrés es un ejemplo de saber puesto a disposición de la humanidad. Miembro permanente de Aula Música Poética, Andrés es autor de numerosos ensayos filosóficos, casi todos publicados en la editorial barcelonesa Acantilado. Sin excepción, los ensayos de Ramón Andrés han gozado de una buena recepción, como lo atestiguan las múltiples reimpresiones y reediciones a las que han sido sometidos, y también su obtención del Premio Internacional Príncipe de Viana de la Cultura en el año 2015. A través de los libros de Andrés, especialmente aquellos que se centran en el tema de la música, se han difundido entre los lectores hispanohablantes varias de las más profundas inquietudes del grupo Aula Música Poética. El mundo en el oído es un ensayo que trata del nacimiento y papel de la música en la cultura universal desde los tiempos prehistóricos hasta el Renacimiento, e indaga en las relaciones de la esta con otras formas artísticas, como la poesía, el teatro o la oratoria. Debido a la libertad que permite la forma ensayística, el autor va más lejos que la filología y la musicología académicas en su hermenéutica del hecho musical. A título de ejemplo, dejamos aquí una interpretación de Andrés que nos parece particularmente interesante en su aplicación al teatro musical del s. XVII: «la música es la más sorprendente esencia común a quienes tienen la propiedad de escuchar el pasado como un ahora, esto es, de convertirlo todo en presente» (2008: 24)

El carácter presente, inmediato, de la música y el teatro nos conduce a mencionar el segundo modo de repercusión social de la investigación de Aula Música Poética: la interpretación y escenificación artísticas. Albert Recasens y los músicos de La Grande Chapelle, asociados con el grupo de investigación, han producido, bajo el sello Lauda Musica, un total de dieciocho álbumes a partir de las partituras recuperadas por Mariano Lambea y Lola Josa. Entre ellos destacan, por su carácter netamente literario, El gran burlador. Música para el mito de Don Juan (2007) y Entre aventuras y encantamientos. Música para don Quijote (2005). Paralelamente, La Grande Chapelle ha realizado varios conciertos en vivo, difundiendo en varias salas europeas el patrimonio musical recuperado por Aula Música Poetica. En cuanto al teatro, la labor de escenificación ha estado a cargo del grupo de teatro Aulascenica, de la Universidad de Barcelona. Fundado y dirigido por el Dr. Gastón Gilabert con la ayuda de la Dra. Marta Cobo, Aulascenica ha hecho representaciones musicalizadas de varios clásicos, como Macbeth, algunos entremeses de Cervantes y La vida es sueño de Calderón de la Barca. El grupo es transformador no solo en el ámbito universitario —ha obtenido varios premios en festivales universitarios españoles— sino también, más ampliamente, en la sociedad barcelonesa. Cada año, Aulascenica representa su trabajo en centros culturales de la capital, difundiendo el teatro musical entre públicos diversos, y asombrando a muchos por la actualidad de las inquietudes barrocas.

Parafraseando a Nuccio Ordine —cuyo rechazo del utilitarismo es valiente en estos días oscuros para el humanismo— es por su capacidad de cultivar nuestro espíritu y hacernos mejores que la poesía y el teatro musicales constituyen una herramienta de transformación social. Por eso, y nada más.


Referencias bibliográficas:

Andrés, Ramón, El mundo en el oído. El nacimiento de la música en la cultura, Barcelona, Acantilado, 2008.

Josa, Lola, y Mariano Lambea Castro, Manojuelo poético-musical de Nueva York, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 2008.

Ordine, Nuccio, La utilidad de lo inútil, trad. Jordi Bayod, Barcelona, Acantilado, 2013.

Salazar y Torres, Agustín de, Cítara de Apolo, varias poesías divinas y humanas, ed. Juan de Vera Tassis y Villarroel, Madrid, Francisco Sanz, 1681.

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